En los últimos años, la producción de ascensores de vidrio se ha intensificado y se han implementado soluciones de diseño cada vez más innovadoras, tanto para entornos exteriores como interiores.
Este tipo de ascensor se ha vuelto cada vez más popular en edificios residenciales, no solo comerciales.
Los ascensores de cristal ofrecen muchas ventajas. En primer lugar, su transparencia los hace perfectos para adaptarse a espacios interiores diseñados con estilos modernos.
Ofrecen una sensación de apertura y brillo y se pueden personalizar para satisfacer necesidades específicas que requieren una forma, tamaño o color particular.
Representan la solución ideal para personas discapacitadas que no pueden utilizar las escaleras, para aquellos que sufren de claustrofobia, y para todas aquellas situaciones que prefieren un ascensor panorámico, con el objetivo de dar un mayor valor estético y funcional a la estructura en la que se inserta. Los ascensores de vidrio se pueden colocar perfectamente en galerías comerciales, spas, oficinas, museos, hoteles e incluso en casas privadas de varios pisos.
Un ejemplo ilustre es el ascensor de cristal de la Torre Eiffel en París, que ofrece a los visitantes una vista única de la ciudad.
Tipos de ascensores de vidrio diseñados para el ambiente interior
Hay varios modelos de ascensores interiores de vidrio. El más común está hecho con paredes y puertas de vidrio; Las puertas pueden ser correderas, automáticas o plegables. Los ascensores de vidrio se pueden hacer en diferentes formas, como rectangulares, circulares o triangulares.
Los materiales utilizados en su diseño son diferentes, especialmente en los acabados. Este último puede estar hecho de metal, madera, incluso piedra. También hay innumerables formas de personalización, como agregar logotipos o imágenes impresas en las paredes.
El marco de estos ascensores generalmente es de acero inoxidable o acero pintado, con el fin de garantizar el máximo soporte y seguridad a la estructura.
Un ejemplo de ascensor de cristal para interiores es el creado por Maspero para la librería Rizzoli de Milán.
Caracterizado por un diseño moderno y versátil, conecta los tres pisos de la estantería, encajando perfectamente en un contexto prestigioso como la Galleria Vittorio Emanuele II.
Otro ascensor de cristal fue diseñado por Maspero, la boutique de Luisa Spagnoli, también en Milán. Le permite tener una vista de 360 grados de la tienda, y también está equipado con pasamanos y controles integrados en la cabina.
Ascensores de cristal, consideraciones de seguridad
Los ascensores de vidrio deben estar hechos de materiales de alta calidad para garantizar la seguridad de los usuarios. Para ello, también deben estar equipados con sistemas de emergencia y sensores de detección de obstáculos.
Al mismo tiempo, los ascensores de vidrio deben estar sujetos a controles regulares para realizar un mantenimiento adecuado, llevado a cabo por profesionales autorizados y calificados,
lo que ayuda a prolongar su vida útil y garantizar su seguridad y eficiencia a largo plazo.
El futuro de los ascensores interiores de cristal
Para satisfacer necesidades cada vez más sofisticadas, los ascensores panorámicos de vidrio y acero se utilizarán cada vez más, incluso en espacios interiores privados y residenciales.
La razón de esta expansión se debe en gran parte a su elegancia, combinada con una excelente funcionalidad, que cubre tanto las necesidades estéticas como estructurales y prácticas.
Permiten crear una sensación única de apertura y espacio, además de ofrecer mayor luminosidad en cualquier contexto.
Además, los elevadores de vidrio también son muy fáciles de limpiar, gracias a su superficie lisa y transparente, además de ser particularmente resistentes y duraderos.
En Maspero diseñamos ascensores de cristal para interiores de última generación, estudiando las mejores soluciones para satisfacer las necesidades del cliente, tanto funcionales como de diseño.
Puede contactarnos para cualquier tipo de información sobre nuestra producción, será respondida de manera oportuna y exhaustiva.
